¿Qué son los puntos finales humanitarios?

Un punto final humanitario se puede definir como “el indicador más temprano de (posible) dolor y/o sufrimiento en un experimento animal que, dentro de un contexto de justificación moral y puntos finales científicos a alcanzar, se pueda utilizar para evitar o limitar el dolor y/o sufrimiento actuando con medidas tales como el sacrificio humanitario o el alivio de dolor y sufrimiento" (Hendriksen y Morton, 1999). 

A continuación se explican más extensamente algunos elementos de esta definición:

  • ‘….posible dolor….’ (Hendriksen): indica que los puntos finales no clínicos, es decir, parámetros preclínicos como son los cambios en los niveles hormonales, parámetros bioquímicos o la activación/inactivación génica regulada, también pueden ser utilizados como indicadores de la aparición de dolor/sufrimiento más adelante durante la evolución de la enfermedad, o incluso parámetros como la inducción de títulos de anticuerpos.
  • ‘…dentro del contexto de objetivos científicos….” (Wallace, Hendriksen): siempre se deberá poner sobre la balanza la aplicación de puntos finales humanitarios frente a los objetivos científicos.
  • ‘….tomar medidas tales como…’ (CCAC, Hendriksen): el alivio de dolor/sufrimiento o la finalización anticipada de un procedimiento doloroso/estresante también son considerados puntos finales humanitarios.

De esta definición se pueden sacar las siguientes conclusiones.

Un punto final humanitario:

  • No significa necesariamente el sacrificio humanitario del animal, sino que puede también traducirse en intervenciones para aliviar el procedimiento experimental angustioso/doloroso (por ejemplo, mediante cirugía) o el suministro de analgésicos.
  • No se basa necesariamente en signos clínicos, sino que también puede partir de signos pre-clínicos o biomarcadores fisiológicos o moleculares predictivos de aparición de dolor/sufrimiento más adelante durante el proceso de la enfermedad.
  • Debería ponerse en la balanza frente a los objetivos científicos que se persiguen. De este modo, el dolor y el sufrimiento pueden resultar intrínsecos a determinados modelos experimentales (por ejemplo, la artritis). Sin embargo, en este caso el punto final humanitario no debería nunca sobrepasar el punto final científico.
  • Nunca debería ir más allá de los límites de la justificación moral.

Un punto final humanitario se puede considerar como un posible refinamiento que ofrezca una alternativa a aquellos experimentos que implican dolor y malestar para los animales. En los Países Bajos aproximadamente el 2.7 por ciento de todos los animales utilizados en investigación experimentan un nivel de dolor y sufrimiento más que “moderado/severo” como consecuencia del experimento (ver Zo Doende 2014, Un informe anual de la Autoridad Holandesa para la seguridad alimentaria y de los productos de consumo, solamente en holandés).

Las áreas de investigación biomédica con porcentajes de dolor y sufrimiento relativamente altos son la investigación del cáncer, ensayos de toxicidad, estudios de potencialidad de una vacuna, estudios de enfermedades infecciosas y estudios de enfermedades autoinmunes.

La aplicación de puntos finales humanitarios debería plantearse seriamente cuando los experimentos animales impliquen dolor agudo y sufrimiento.


Aparte de la definición indicada con anterioridad, otras han sido también utilizadas para describir el punto final humanitario, como por ejemplo las siguientes de la OCDE, la CCAC y Wallace:

  • el primer indicador en un animal de padecer dolor, angustia, sufrimiento o de muerte inminente en base al cual se sacrifica a un animal (definición de la OCDE);
  • “El punto en el cual se termina, minimiza o reduce el dolor y/o sufrimiento de un animal en experimentación tomando medidas tales como el sacrificio humanitario del animal, la finalización anticipada de un procedimiento doloroso o la administración de un tratamiento para aliviar el dolor y/o sufrimiento” (definición del CCAC “Consejo Canadiense del Cuidado Animal).
  • 'Los límites permitidos que se establecen para el nivel de dolor y sufrimiento que padezca un animal de laboratorio dentro del contexto de los objetivos científicos a alcanzar’ (Wallace 2000).